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San Ignacio de Loyola

Iglesia Católica

Unción de los enfermos

El primer jueves de cada mes celebraremos la Santa Misa de las 9:00 am con el Sacramento de la Unción de los Enfermos.

Llame a la oficina parroquial con anticipación para indicar que le gustaría celebrar el Sacramento. Si necesita ser ungido antes de la próxima Misa de Unción, llame a la oficina parroquial para programar una hora después de una de nuestras Santas Misas.


Para programar la celebración del Sacramento de la Unción de los Enfermos, llame a nuestra oficina parroquial al 281-370-3401.

¿Cuándo puedes recibir este sacramento?


En caso de enfermedad grave...


La Unción de los Enfermos “no es un sacramento sólo para aquellos que están al borde de la muerte. Por lo tanto, tan pronto como alguno de los fieles comienza a estar en peligro de muerte por enfermedad o vejez, ciertamente ya ha llegado el momento adecuado para que reciba este sacramento”.


Si un enfermo que recibió esta unción recupera su salud, puede en caso de otra enfermedad grave recibir nuevamente este sacramento. Si durante la misma enfermedad el estado de la persona se agrava, se puede repetir el sacramento. Es apropiado recibir la Unción de los Enfermos justo antes de una operación grave. Lo mismo ocurre con las personas mayores cuya fragilidad se vuelve más pronunciada.


“...que llame a los presbíteros de la Iglesia”


Sólo los sacerdotes (obispos y presbíteros) son ministros de la Unción de los Enfermos. Los fieles deben alentar a los enfermos a llamar a un sacerdote para recibir este sacramento. Los enfermos deben prepararse para recibirlo con buenas disposiciones, asistidos por el sacerdote y por toda la comunidad eclesial, la cual está invitada a rodear de manera especial a los enfermos con su oración y atención fraterna.

¿Cómo se celebra este sacramento?


Como todos los sacramentos, la Unción de los enfermos es una celebración litúrgica y comunitaria, ya sea en la casa familiar, en el hospital o en la iglesia, para un solo enfermo o para todo un grupo de enfermos. Es muy apropiado celebrarlo en el marco de la Eucaristía, memoria de la Pascua del Señor. Si las circunstancias lo sugieren, la celebración del sacramento puede ser precedida por el sacramento de la Penitencia y seguida por el sacramento de la Eucaristía. Como sacramento de la Pascua de Cristo, la Eucaristía debe ser siempre el último sacramento del camino terrenal, el “viático” para “pasar” a la vida eterna.


Palabra y sacramento forman un todo indivisible. La Liturgia de la Palabra, precedida de un acto de arrepentimiento, abre la celebración. Las palabras de Cristo, testimonio de los apóstoles, despiertan la fe del enfermo y de la comunidad para pedir al Señor la fuerza de su Espíritu.


La celebración del sacramento incluye los siguientes elementos principales: los “sacerdotes de la Iglesia” —en silencio— imponen las manos a los enfermos; rezan por ellos en la fe de la Iglesia; ésta es la epíclesis propia de este sacramento; luego los ungen con aceite bendecido, si es posible, por el obispo.

Contáctenos

Gracia Avila

Asistente administrativo ejecutivo del clero

281-290-4617

gavila@silcc.org

Karla Jackson

Asociado Pastoral de Adoración

281-290-4614

kjackson@silcc.org

Seth Dalton

Coordinador de Sacramentos y Liturgia

281-290-4610

sdalton@silcc.org

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